Combo Draw – En el póquer, se trata de una circunstancia en la que las cartas existentes dejan oportunidades para conseguir varias combinaciones de póquer al mismo tiempo.
Por ejemplo, un jugador en el flip suele tener una mano que le permite apostar por una escalera o un color.
Cada disposición tiene su propio valor, y cuanto mayor sea el valor de la combinación, mejor. El reto es que las disposiciones más valiosas sólo se reúnen después de que se hayan revelado todas las cartas y, hasta entonces, el jugador debe decidir la cantidad de la apuesta y evaluar la probabilidad de que salga la carta deseada. En consecuencia, antes de sentarse a la mesa, es vital investigar las combinaciones factibles. Sin embargo, conocer las combinaciones no es suficiente; el jugador de póquer también debe ser capaz de analizar sus posibilidades e influir en las apuestas. La elección inicial debe tomarse en cuanto el jugador ve las primeras cartas; la primera etapa consiste en evaluar el valor de las cartas adquiridas e identificar la existencia de la llamada pareja de bolsillo. Tras la presentación de las tres cartas del crupier, debe evaluar la posibilidad de varias combinaciones. También debe considerar las combinaciones actuales, que incluyen triples y cuatros iguales. Ya existe la posibilidad de que surja cualquier combinación cuando se presentan tres cartas en la mesa. Basándose en el escenario actual y en las cartas que tiene en la mano, el jugador debe evaluar la probabilidad de que surjan las combinaciones más lucrativas. Si una carta es insuficiente para una combinación significativa, puede aumentar sus apuestas. Si en este momento no hay ninguna combinación y la carta superior tiene un valor nominal bajo, la única opción es retirarse o marcarse un farol, que el crupier repartirá.